PISOS INDUSTRIALES

En términos generales, los sistemas de pisos industriales más utilizados son los epoxi, los poliuretánicos (PU), los poliuretano-cemento (PU-cemento) y los cementicios especiales.

Los epoxi autonivelantes se recomiendan para almacenes, industria ligera, centros logísticos y áreas donde se busca una superficie continua, decorativa y resistente a la abrasión y a químicos moderados. Los sistemas de poliuretano y PU-cemento se utilizan en industrias de alimentos y bebidas, química, frigoríficos y zonas sometidas a choques térmicos, derrames agresivos y limpieza intensiva con agua caliente o vapor.

La selección correcta surge siempre de un relevamiento técnico: tipo de industria, cargas (autoelevadores, racks, impacto), temperatura, productos químicos presentes y requisitos de higiene y estética.

Los sistemas de resinas para pisos industriales están diseñados específicamente para soportar tráfico intenso, equipos pesados, abrasión y exposición a productos químicos. Destacando sistemas  de alta resistencia al desgaste y a la agresión química para áreas con tránsito frecuente y cargas mecánicas elevadas, ofreciendo soluciones durables y de bajo mantenimiento para plantas industriales, depósitos y áreas de servicios.

En condiciones adecuadas de diseño, preparación del sustrato e instalación, los sistemas de PU-cemento están pensados para entornos extremadamente agresivos, con excelente resistencia mecánica, química y a choques térmicos, lo que se traduce en una vida útil muy prolongada incluso en plantas de proceso pesado.

La clave para lograr esa durabilidad es combinar un producto de calidad con un soporte de hormigón correctamente preparado, la intervención de especialistas en pisos industriales y una instalación ejecutada según procedimiento.

El desempeño del piso depende tanto del sistema de resina como de la calidad del soporte. En general, se exige que el hormigón esté estructuralmente sano, con una resistencia adecuada a compresión, buena adherencia superficial y libre de fisuras activas. Además, debe estar limpio, seco y libre de polvo, aceites, grasas, lechadas, pinturas u otros contaminantes que puedan afectar la adherencia del sistema.

La preparación suele implicar un tratamiento mecánico para eliminar la capa superficial débil, abrir el poro y generar el perfil de anclaje adecuado para el sistema elegido. Luego se aspira el polvo y, si es necesario, se reparan oquedades, fisuras y desniveles con morteros compatibles antes de aplicar imprimaciones y capas de terminación.

Un soporte correctamente preparado es lo que evita desprendimientos, ampollas y fallas prematuras, independientemente de la marca del recubrimiento.

Los pisos de resina industrial bien diseñados (epoxi, PU o PU-cemento) se caracterizan por ser continuos, sin juntas ni líneas de lechada, lo que facilita significativamente la limpieza e higiene frente a soluciones tradicionales. Estos sistemas están pensados como recubrimientos de bajo mantenimiento, fáciles de limpiar y capaces de soportar el tránsito de autoelevadores, derrames frecuentes y procesos de limpieza intensivos sin perder sus prestaciones.

Si bien la inversión inicial suele ser mayor que la de una pintura económica para hormigón, el costo total de propiedad suele ser menor, la vida útil es más larga, hay menos paradas por reparaciones, se minimizan problemas de juntas y roturas de baldosas y se mejora la seguridad gracias a opciones antideslizantes y acabados específicos para cada industria. Por eso, se recomienda evaluar no solo el precio por metro cuadrado, sino también el desempeño integral, el mantenimiento y el impacto en la operación diaria de la planta.