El pulido de hormigón es un proceso mecánico por etapas (desbaste, afinado y pulido) que densifica la superficie, reduce la porosidad y entrega un acabado uniforme y brillante —sin recubrimientos que se descascaren. Es ideal para plantas industriales, depósitos, supermercados, estacionamientos, hospitales, escuelas y más.
Ventajas del pulido con Rocamadura
- Mayor resistencia superficial y menor generación de polvo.
- Fácil limpieza y mantenimiento diario.
- Reducción de porosidad y mejor comportamiento frente a derrames.
- Elimina rayas e imperfecciones del hormigón.
- Acabado moderno: alto brillo, semibrillo o mate, según tu operación.
- Solución sustentable: proceso seco con equipos de alta eficiencia y mínima huella ambiental.
¿Cómo es el proceso?
- Inspección y preparación del piso (limpieza, reparación de defectos puntuales).
- Desbaste con herramientas diamantadas para nivelar y abrir la superficie.
- Densificación/ endurecido (cuando corresponde) para cerrar micro-poros.
- Afinado y pulido progresivo hasta el brillo/terminación deseada.
- Sellado y protección para facilitar la limpieza y extender la vida útil.
- Marcación y entrega con pautas de mantenimiento.
Dónde conviene aplicar
- Industria y logística: galpones, naves, centros de distribución.
- Retail y estacionamientos: hipermercados, shoppings, parkings.
- Salud y educación: hospitales, laboratorios, escuelas y universidades.
- Alimentos y bebidas: áreas secas, empaques, depósitos.
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